En el panorama competitivo actual, las empresas con una marca débil o inconsistente suelen tener dificultades para dejar una impresión duradera. Sin una identidad de marca bien definida, es complicado destacar, construir lealtad con los clientes o comunicar eficazmente su valor único. A medida que las marcas crecen y los mercados evolucionan, las empresas que no se adaptan corren el riesgo de volverse obsoletas o irrelevantes. Es aquí donde...